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domingo, 29 de julio de 2012

Besos de Rubí: Capítulo 3

Hey! Buenas gentecilla alegre de blogger ;D
Para hoy os dejo el tercer capítulo de Besos de Rubí, que espero que os guste ;)
Un besito!! Y dejad un comentario ya que os pasais por aquí. Bye!!! :D

Capítulo 3: Una agradable velada

El reloj marcaba las siete menos cinco cuando Cassandra salió por la puerta giratoria del hotel. Por suerte, el restaurante donde Di Genaro la había citado estaba solo a unos minutos andando y no tomaría mucho tiempo llegar allí. Caminó hacia allí con paso rápido -siempre le gustaba llegar pronto a las reuniones de trabajo- en sus altas sandalias azul eléctrico a conjunto con el ceñido y elegante vestido de cuello de barco que se había puesto. Cuando llegó a la dirección que se le había indicado, se encontró delante de un pequeño restaurante italiano de fachada sencilla y rústica. Entró con desconfianza, convencida de que se había equivocado de lugar, y una pareja de ancianos amables y sonrientes le informaron de que, efectivamente, había una reserva a nombre de Domenico Di Genaro. Tras esto, la mujer le guio hasta un pequeño salón apartado donde había tan solo una mesa con sus dos sillas y jarrones con flores adornando la estancia.
            -El señor Di Genaro nos llamó hace unos minutos –dijo la mujer con un notable acento italiano-. Le pide disculpas porque tardará unos minutos más en llegar debido a que su vuelo se retrasó.
            Cassandra asintió mientras tomaba asiento, murmuró un “gracias” y le dedicó una sonrisa amable a la anciana, que salió de la salita tras entregarle la carta de comidas. Estaba algo confusa con la información que le había dado la anciana, no sabía que Di Genaro había tomado un vuelo para volver a Florencia ese mismo día. Con una leve sacudida de cabeza deshecho el pensamiento de su mente y se centró en la carta que tenía entre las manos; no tenía por qué importarle de dónde venía o hacia dónde iba aquel hombre.
            -¿Cassandra Diamantidis? –preguntó una voz ligeramente conocida a su espalda, lo que la hizo sobresaltarse y girarse rápidamente.
            -¿Qué haces tú aquí? –preguntó ella a su vez con desdén al darse cuenta de que tenía ante ella al hombre del aeropuerto.
            -Interesantes los modales que utilizan los de su empresa –comentó él con una sonrisa pícara asomando de sus labios-. Domenico Di Genaro, es un placer volver a verla –añadió extendiendo la mano.
            La joven estaba estupefacta. Domenico Di Genaro, el joven y rico empresario y economista italiano que sus jefes morían por conseguir, era el mismo descarado y seductor hombre que había tratado de invitarla a un cóctel en el avión y que más tarde la había salvado de una estrepitosa caída, y ahora se encontraba ante ella con una sonrisa pícara y altiva que la sacó de sus casillas. Ahora entendía las palabras de la anciana. Claro que el vuelo de Di Genaro se había atrasado, ¡era el mismo que el suyo!
            -Buenas –saludó ella aún sorprendida-. Me presentaría, pero veo que sabes de mí más de lo que esperaba.
            -Solo lo esencial, señorita –dijo él sonriendo.
            Ella no respondió.
            -Veo que ya tienes la carta –comentó tras un tenso silencio-. ¿Hay algo de su agrado?
            -No he mirado detenidamente el menú –confesó ella con desconfianza.
            -Permítame entonces que le recomiende que pida el bistec a la florentina. Aquí lo preparan especialmente bien –dijo sonriendo mientras se sentaba.
            Cassandra tan solo asintió, sintiéndose ya algo más relajada, aunque una ligera tensión todavía flotaba en el ambiente. Los dos se mantuvieron en silencio, evaluándose con la mirada, hasta que la anciana entró de nuevo en la estancia con su siempre agradable sonrisa. Consigo traía un plato repleto de tan tostado en el que había untado lo que parecía ser paté.
            -Crostini di fregatini –dijo la mujer señalando el plato ante la mirada curiosa de Cassandra-. ¿Han decidido que van a tomar? –preguntó después mirándolos a ambos.
            -Dos bistecs a las florentina, por favor Rosa –pidió Domenico con amabilidad.
            -En seguida –dijo la mujer sonrientemente-. ¿Brunello di montalcino para beber? –preguntó Rosa. Domenico asintió y la mujer salió de la habitación.
            -Conoces bien a los dueños del restaurante, ¿verdad? –dijo Cassandra con cierta curiosidad a la par que cogía una de las tostadas que había dejado la mujer.
            -Son amigos de mis abuelos maternos desde hace ya muchos años –explicó él.
            Con esta última fase, y sin saber por qué, Cassandra se deshizo de la tensión que permanecía en el ambiente y esbozó una sonrisa sincera que Domenico le devolvió con alegría.
            -Entonces… tus jefes te han mandado a convencerme para que acepte que tengan una reunión con ellos, ¿no? –preguntó él aun sonriendo.
            -Exactamente –contestó Cassandra perdiendo su sonrisa y, recordando sus planes, se inclinó hacia su bolso con la intención de sacar la carpeta con los proyectos e informes que debía enseñar a Domenico.
            -Acepto –dijo él repentinamente, lo que hizo que Cassandra levantara la cabeza rápidamente con cara de sorpresa.
            -¿Qué? ¿En serio? Ni siquiera te he mostrado los informes –casi gritó zarandeando la carpeta.
            -Tus jefes han mostrado mucha insistencia, así que acepto. No creo que una reunión haga mal a nadie –dijo Domenico relajadamente y sonriendo.
            -De acuerdo –aceptó ella aún algo aturdida-. Llamaré a mis jefes entonces para que concierten una cita…
            -Espera –la cortó Domenico al ver que ella tenía intención de marcharse-. Acepto tener esa reunión, pero tú te quedas a la cena. No es necesario ir con prisas a todos lados. Disfruta de la velada –añadió sonriendo.
            -Pero… -comenzó ella, pero se detuvo al ver la mirada de él-. Está bien –consintió al final, rindiéndose.
            -Perfecto –dijo él simplemente sonriendo complacido.
            Un instante después Rosa entró en la habitación con dos platos en las manos y ambos irrumpieron su conversación para dar buena cuenta de la deliciosa carne. La cena transcurrió tranquila, tras la carne tomaron el postre, schiacciata alla fiorentina, que a Cassandra le pareció delicioso, y más tarde Domenico la convenció para mostrarle los encantos nocturnos de Florencia. Cassandra tenía que admitir que todo era extrañamente bello y en el aire se respiraba el clásico aroma de La Toscana, y también que Domenico no era tan desagradable y engreído como había supuesto.
            -Gracias por acompañarme al hotel, pero no era necesario –dijo Cassandra cuando llegaron a la puerta de recepción.
            -No tiene importancia –contestó Domenico con despreocupación-. Ha sido un placer mostrarle la bella Florencia –añadió sonriendo.
            -Mañana llamaré para concretar la cita con mis jefes, ¿de acuerdo?
            -Claro. Espero tu llamada –dijo él mientras un extraño gesto que Cassandra no supo interpretar recorría su cara-. Buenas noches –se despidió besando la mano de Cassandra.
            -Buenas noches a ti también –dijo ella a su vez con una tímida sonrisa.

…………………………………………………………………..

            Domenico se desplomó en el colchón nada más entrar a su cuarto. ¿Qué demonios tenía esa mujer que la hacía tan arrebatadoramente irresistible? Claro, que cualquiera caería rendido ante su belleza y su cuerpo pero él no estaba tan seguro de que su hermosura fuera lo único que hacía dar vueltas su cabeza.
            Cerró los ojos con pesadez y se quedó tumbado, sin siquiera desvestirse, hasta que el sueño se deslizó hasta él y cayó dormido, pensando si esa noche soñaría con la pelirroja de ojos azules que le había deslumbrado.

6 comentarios:

  1. Me gustó mucho!! & he encontrado varias similitudes en ambos, cositas curiosas, por el ejemplo que los dueños del restaurante sean conocidos de Domenico así como en el primer capítulo (si no me equivoco) vemos que Cassandra también tiene conocidos en un restaurante italiano. Bah, quizá no tenga nada de curioso pero a mí en cierto punto me pareció gracioso.

    Se nota de lejos la química que tienen ambos pero he de suponer que con la actitud de Cassandra no será la relación más sencilla de todas, & si el hombre es así de atractivo deberá de tener a una que otra detrás de él (cómo no) por lo que más adelante podrían haber celos? No lo sé, me estoy haciendo un montón de hipótesis xD Pero eso es buena señal, lo hago siempre que una historia me gusta mucho & eso me ocurre con tu novela.

    Parece que Domenico tiene interés & va a querer más de ella, eso me gusta *-*

    Que bueno que tardaste casi nada para subirlo! Me imaginaba que podrías tardar como una semana más pero en cuanto lo vi en twitter me llevé una buenisíma sorpresa!

    Espero al siguiente <3
    Saludos!

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  2. Espero el siguiente, este me ha encantado pero quiero mas :)

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  3. ¡Besos de Rubi!
    enserio! me ha encantado! :'D escribes muy bien Ainoha :3 y me encanta la personalidad de Cassandra, es como de esas chicas que se esfuerzan demasiado por su trabajo! y veo que de verdad lo hace muy bien, ¡Vive del trabajo! hahaha
    y su amiga! aww que se va a casar y ella va a ser la dama de honor, ¡Me encantó el detalle que le dejo! X'D

    DOMENICO!hahaha enserio xD me maté de risa cuando descubrí que era el mismo del avión, él que le ofreció la bebida XD hahaha yo me hubiera muerto de la pena si me lo hubiera encontrado de nuevo y después averiguar que era el mismisimo Domenico con el que tenía que hacer una entrevista de negocios XD hahaha pero no sé ve tan arrogante e_é se ve que es lindo, la acompañó hasta su departamento y además ¡Acepto la entrevista! lo que tenía que lograr :D

    Hahaha pero no creo que Cassandra se las deje tan fácil, ella no está interesada en los chicos ni en el amor :P haber como se las arregla Domenico para conquistarla !

    Me gusto mucho tu novela, creo que es por la diferente cultura de Florencia y pones las típicas comidas de allá :D me encantaría una entrada con las diferentes comidas *¬* para hacerme agua la boca :P hahahaha
    Un saludo y espero el próximo capítulo de besos de Rubi♥

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  4. QUÉ BONITO!
    ME ENCANTA VER HISTORIAS EN LOS BLOGS:)
    PASAOS POR EL MIO, TAMBIEN ESCRIBO UNA NOVELA, AUNQUE TENGO MUY POCASS VISITAS :$
    UN SALUDO, Y ESPERO NO MOLESTAR Y QUE OS PASEIS! :d

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  5. Ay me encantó... Así que después de todo no se llevaron tan mal eh? Y que bueno que él haya aceptado rápidamente, así se le hizo todo más fácil a Cassandra... Me alegra :D y te juro que quiero saber qué más podrá pasarrrrrr!

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